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Libros de Historia del Perú

Los primeros pobladores del Perú

Los primeros pobladores llegaron hace 20.000 años. Trajeron consigo instrumentos de piedra y sólo sabían cazar y recolectar frutas. Algunos de ellos se asentaron en Paccaicasa (Ayacucho). Los restos del peruano más antiguo (7.000 años) lo describen de cara ancha, cabeza alargada y de una estatura de 1,60 m. Los primeros peruanos han dejado muestras de su arte rupestre en Toquepala (Tacna, 7.600 a.C.) y de su vivienda en Chilca (Lima, 5.800 a.C.). El proceso de domesticar plantas culminó con la agricultura y la construcción de aldeas y centros públicos ceremoniales. Al integrarse las culturas regionales, aparecieron técnicas nuevas como la textilería, metalurgia y la alfarería, dando lugar al nacimiento de las altas culturas.


Las culturas pre-incas

Las culturas pre-incas se asentaron a lo largo de más de 5,000 años en la costa y sierra del Perú. Algunas alcanzaron, con su poder e influencia, grandes áreas del territorio peruano que, al decaer, permitieron el florecimiento de pequeños centros regionales. Todas ellas se caracterizaron por una adaptación sorprendente al medio y un excelente manejo de los recursos naturales; vastos conocimientos de los que se nutrió posteriormente la cultura Inca. La cuna de la civilización no sólo peruana sino del continente americano fue la civilización Caral, a la que se le atribuye una antigüedad de 5,000 años, es decir fue contemporánea de Mesopotamia, Egipto, China e India. Los vestigios y templos de su capital Caral se encuentran situados en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima, y 23 km del litoral y a 350 msnm. Caral era el centro económico de una región basada en la agricultura y el intercambio de productos marinos con los pescadores de la costa u otras poblaciones. La dominación regional por parte de Caralfue ejercida de una forma pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Posteriormente, apareció la cultura Chavín que se asentó en Huántar (Ancash) en el año 1.000 a.C. Su poder, basado en un orden teocrático, tuvo su centro en el templo Chavín de Huántar, en cuyas paredes y galerías abundaron las esculturas de feroces dioses con rasgos felinos. La cultura Paracas (700 a.C.) surgió en la costa sur del Perú. Alcanzó un gran desarrollo en el arte textil. En la costa norte se desarrolló la cultura Moche (100 d.C.). Aglutinó a las autoridades militares de los valles costeros, como el conocido señor de Sipán. Los huacos retrato de la cultura Moche y su iconografía sorprenden por su elaboración y el manejo del diseño. En la sierra peruana, la cultura Tiahuanaco (200 d.C.) se ubicó en la región del Collao (que abarca territorios de Chile y Bolivia) y legó a los peruanos las terrazas de cultivo, los andenes, y el manejo de diversos pisos ecológicos en la agricultura. La cultura Nasca (300 d.C.) venció al desierto costeño con acueductos subterráneos y dejó en ese terreno grandes figuras geométricas y de animales que, al parecer, constituyeron un calendario agrícola que hasta ahora asombra a los investigadores. La cultura Wari (600 d.C.) introdujo el patrón urbano en el territorio de Ayacucho y expandió su influencia en los Andes. La refinada cultura Chimú (700 d.C.) trabajó el oro y otros metales y construyó con barro la ciudad de Chan Chan, ubicada en Trujillo. La cultura Chachapoyas (800 d.C.) utilizó al máximo las tierras cultivables y realizó sus construcciones en lo alto de las montañas de la selva norte. La grandeza de la ciudad fortificada de Kuélap es el ejemplo de su magnífica adaptación al medio.

Los Incas

La cultura Inca (1.400 d.C.) fue la civilización más importante de Sudamérica. La organización económica y la distribución de la riqueza, sus manifestaciones artísticas y su arquitectura impresionaron a los primeros cronistas. Los Incas adoraron a la tierra (Pachamama) y al sol (Inti). El Inca, soberano del Tahuantinsuyo, se consideraba sagrado e hijo del sol, de ahí que las leyendas del origen de los incas nos relaten que el sol envía a sus hijos (Manco Cápac y Mama Ocllo o los cuatro hermanos Ayar y sus esposas) a fundar el Cusco, ciudad sagrada y centro del Tahuantinsuyo. La expansión de los incas se atribuye a su extraordinaria capacidad organizadora. La población tenía como núcleo central, familiar y territorial, al ayllu, y al tener que alejarse por razones laborales, no perdía los vínculos con éste. El Inca movilizaba grandes cantidades de población como premio o castigo y así fue consolidando la expansión, a la vez que se nutría de los conocimientos de las culturas que se habían desarrollado anteriormente. El grupo de parentesco del Inca era la panaca, que estaba integrada por los parientes y sus descendientes, con excepción de aquel que se convirtiera en Inca y formara una nueva panaca. Los cronistas españoles del siglo XVI señalaron que fueron trece sus soberanos: desde el legendario Manco Cápac hasta el controversial Atahualpa, quien perdió su vida durante la conquista española. El Tahuantinsuyo o Imperio Inca logró extenderse hasta los actuales países de Colombia por el norte y Chile y Argentina por el sur, incluyendo totalmente los territorios de Bolivia y Ecuador. Los miembros de las panacas eran los nobles Incas, encabezados por el soberano. El poder de las panacas y del Inca es tangible en todo el Tahuantinsuyo, pero es en la arquitectura cusqueña que alcanza su esplendor: el Koricancha o Templo del sol, las fortalezas de Ollantaytambo y Sacsayhuamán y, sobre todo, la ciudad de Machu Picchu.
 
Sucesión Incaica
Liliana Regalado de Hurtado
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La Montaña Sagrada de Salkantay
Wilber Bolivar

Francisco Pizarro y la Conquista del Imperio Inca
Bernard Lavalle


El Virreinato


El encuentro de las culturas inca y española se inició en el siglo XVI. En 1532 las huestes de Francisco Pizarro capturaron a Atahualpa en Cajamarca. La población aborigen decreció considerablemente en las primeras décadas y el Virreinato del Perú se creó en 1542, después de un enfrentamiento entre los propios conquistadores y la Corona española. El proceso de asentamiento español se consolidó en el siglo XVI con el virrey Francisco de Toledo quien, a partir de sus ordenanzas, asentó el fundamento para la economía colonial: el sistema de control de mano de obra indígena (mita) para la minería y la producción artesanal. Estas actividades, junto con el monopolio mercantil, fueron la base de la economía colonial. Pero el cambio de dinastía y las reformas borbónicas del siglo XVIII crearon disconformidad entre muchos sectores sociales. La más importante de las rebeliones indígenas fue la de Túpac Amaru II, con la cual se empezó a generar el movimiento criollo que independizó a Hispanoamérica en el siglo XIX. Hasta el siglo XVII el Virreinato del Perú abarcó el territorio que se extendía desde Panamá hasta Tierra del Fuego. La prédica de los sacerdotes se mezcló con las creencias andinas, estableciéndose un sistema de creencias mixto, el sincretismo, que continúa hasta la actualidad. Junto con los españoles también llegó al Perú la raza negra que, sumada a la población indígena y española, forma parte del tejido social y racial del país. Durante los siglos XVI y XVII, la producción intelectual y el arte colonial peruano integraron sus aportes a la tradición española.

 
Los Virreinatos de Nueva España y del Perú (1680-1740)
Bernard Lavallé
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La defensa del Virreinato del Perú (1560-1714)
Héctor Omar, Estela Cristina
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La República


El Perú fue declarado país independiente por don José de San Martín en 1821 y en 1824 Simón Bolívar terminó con las guerras de la independencia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por organizar la joven república peruana, en el siglo XIX el país tuvo que enfrentar el costo de la lucha: la dura crisis económica y un caudillismo militar que dio muy pocas oportunidades a gobiernos civiles para gobernar. Hacia 1860, en un contexto de bonanza económica gracias al guano de las islas marinas, el algodón y el azúcar, se suprimió el tributo indígena y se decidió acabar con la esclavitud. Llegaron chinos y europeos para ampliar la mano de obra e integrarse a la sociedad. Se unió el país con ferrocarriles y se organizó, con Manuel Pardo como presidente, el primer régimen civil del Perú. Los primeros japoneses arribaron al finalizar el siglo. En 1879, Perú, Bolivia y Chile se enfrentaron en conflicto conocido como la Guerra del Pacífico. Al cabo de cuatro años de enfrentamientos la guerra culminó en 1883. Perú suscribió con Chile el Tratado de Ancón (1883) y el Tratado de Lima de 1929. Después de un nuevo apogeo del caudillismo militar, retornaron los gobiernos civiles, dando lugar al periodo llamado “La República Aristocrática” en el que el poder político estuvo en manos de una oligarquía dedicada a actividades económicas de agro-exportación, minería y finanzas. Se produjo el boom de la explotación del caucho y en el ámbito social aparecen los movimientos obreros y sindicales.











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